El creador de Hey y Basecamp, contra Apple y su gestión de la tienda: 'son como mafiosos'

A Gmail le ha salido un competidor interesante. HEY, el servicio de los creadores de Basecamp, quiere llevar el correo electrónico a otro nivel con ideas llamativas y originales. Su puesta en marcha está generando mucha expectación en muchos frentes, y uno lo ha protagonizado Apple.

Resulta que HEY y Apple están (muy) peleados. La empresa de Cupertino está amenazando a HEY con eliminarla de la App Store si no ofrecen una suscripción como parte de la aplicación móvil, algo que se ofrece de forma externa. Apple quiere llevarse su comisión y el fundador de Basecamp, David Heinemeier ha indicado que no tiene intención de pagar y que en Apple son unos gánsters.

En Apple son unos "gánsters" y unos "mafiosos"
A David Heinemeier Hansen (DHH) se le han hinchado las narices. En realidad ya lo hicieron en el pasado: probablemente algunos recuerden que el creador y CTO de Basecamp fue quien destapó la polémica con las Apple Card y el sexismo.

La relación de DHH con Apple ha demostrado ser tensa desde entonces, y aunque en aquella ocasión la queja era personal, en este caso el problema afecta a su empresa, que como otras muchas se tiene que plegar a las exigencias de Apple a la hora de distribuir su aplicación en la App Store.

En un largo y contundente hilo en Twitter DHH criticaba que Apple no les permitiera ofrecer actualizaciones de su aplicación móvil para su nuevo servicio de correo electrónico, HEY. Así, explicaba, "Apple ha reconfirmado su rechazo a proporcionar correcciones de errores y nuevas características en HEY a menos que nos sometamos a su demanda absurda de darles entre el 15 y el 30% de neustros ingresos. Peor aún: nos han dicho que a menos que cumplamos con ese requisito, eliminarán la app".

La protesta de DHH continuaba y en esos mensajes el creador de Basecamp acusaba abiertamente a los responsables de Apple de ser unos mafiosos y unos gánsters. Apple, explicaba, lleva imponiendo estas obligaciones durante años, primero a los pequeños desarrolladores que no tenían otra opción a la hora de distribuir su software, y ahora con grandes empresas y servicios.

Heinemeier afirma que "no existe ni la más maldita posibilidad de que vayamos a pagar el rescate de Apple. Yo mismo quemaré esta casa hasta sus cimientos antes de permitir que gánsters como estos la conviertan en un botín. Esto es profunda y perversamente abusivo e injusto".

En Apple citan sus términos de uso para desarrolladores, y en concreto su regla 3.1.1 en la que se habla de las compras in-app. En ella se explica en esencia que si quieres que la gente compre algo a través de tu aplicación, necesitas que lo hagan a través del sistema de pagos de Apple.

Apple contestó a las preguntas de Protocol y sus responsables afirmaron que de hecho ni siquiera deberían haber aprobado HEY en primer lugar para que apareciese en la App Store, porque no se ajustaban a esas reglas para desarrolladores.

Esto es la guerra. Una que de hecho no es de ahora.

Esto viene de lejos
Apple lleva años con la misma política de servicio en su App Store: si quieres distribuir aplicaciones allí, tienes que pagarle a Apple un 30% de tus ingresos. Ese porcentaje puede ser más bajo en ciertos escenarios (como las suscripciones), pero dicho impuesto ha sido criticado por muchas empresas en el pasado.