Black Shark 3, análisis: un móvil pensado para juegos que regala mucho más que máxima potencia

Los móviles desarrollados para exprimir los juegos tienen un hueco de mercado gracias a su potencia, capacidades y diseño agresivo. Es el caso del Black Shark 3, última serie del fabricante especializado en móviles 'gaming', un teléfono que no deja indiferente en ninguna de sus facetas. Y tiene unas cuantas.

Móviles 'gaming' como el Black Shark 3 están pensados para jugar, pero no solo se aprovechan del rendimiento para los gráficos en 3D ya que la potencia les garantiza acceder a casi cualquier tarea que se propongan. Así que, ¿cómo es convivir con una 'bestia' como el Black Shark 3? Lo vemos en nuestro análisis a fondo.

El teléfono mantiene la línea de diseño de la marca mientras busca diferenciarse de la competencia con una cara trasera particular: una pareja de triángulos enfrentados. Nada más ver dicha cara ya se aprecia distinguida, aunque también crea confusión: al buscar la simetría con el conjunto de objetivos fotográficos, buscar la parte superior con el tacto se antoja muy difícil. Más de una vez he agarrado el Black Shark del revés y no me he dado cuenta hasta que el lector de huellas se iluminó donde yo no esperaba.

Confusiones provocadas por el diseño aparte, no hay duda de que su estilo diferencia el Black Shark 3 del resto de teléfonos, al menos de los 'no gamer'. Agresividad, cortes rectos en el cuerpo de aluminio, combinación de distintos materiales para la parte posterior (cristal, aluminio y plástico), logo de la compañía que se ilumina junto con otros detalles de color en las protuberancias, conector magnético de 4 pines para el cable opcional de carga y solidez en el tacto, casi hasta dar la impresión de que el móvil es un robusto bloque rectangular. Con el inconveniente de que se resbala en exceso, la funda incluida viene muy bien para evitar caídas.