La megaguía para construirte un PC desde cero en 2020: la tarjeta gráfica

La tarjeta gráfica suele apropiarse de una parte importante del presupuesto que dedicamos a nuestros ordenadores, sobre todo si estamos decididos a poner a punto un PC para juegos o creación de contenidos medianamente ambicioso. No cabe duda de que es un componente que tiene un impacto enorme en nuestra experiencia, por lo que una elección desacertada podría echar por tierra nuestras expectativas y obligarnos a cambiarlo mucho antes de lo que habíamos previsto. Afortunadamente, podemos evitarlo.

Este artículo es la cuarta entrega de una guía extensa en la que los principales componentes y los periféricos más relevantes de un PC tendrán su dosis de protagonismo. Nuestra intención es ayudar a los usuarios que han decidido montar un equipo a la medida a encontrar los componentes que resuelven mejor sus necesidades y encajan mejor en su presupuesto, y para lograrlo dedicaremos a la mayor parte de ellos un artículo en exclusiva. La protagonista indiscutible de este artículo es la tarjeta gráfica de la misma forma en que en las anteriores entregas de la guía hablamos de la placa base, el procesador y la memoria principal.

La tarjeta gráfica, en detalle: estas son las características que más nos interesan
Antes de que profundicemos en las especificaciones y las tecnologías con las que nos interesa familiarizarnos para encontrar la solución gráfica que resuelve mejor nuestras necesidades es interesante que nos planteemos cuándo es aconsejable que instalemos en nuestro PC una tarjeta gráfica dedicada. Y es que no siempre es necesario dedicar una parte de nuestro presupuesto a este componente. La lógica gráfica que han incorporado tanto AMD como Intel a sus últimas familias de microprocesadores tiene la potencia necesaria para resolver con suficiencia algunos escenarios de uso.

Si nuestro objetivo es diseñar y construirnos un PC exclusivamente para ofimática, navegación en Internet y reproducción de contenidos, no necesitaremos una tarjeta gráfica dedicada. Los gráficos implementados en los procesadores Ryzen de 3ª generación de AMD y en los Core de 10ª generación de Intel, así como en iteraciones anteriores de estos chips, son perfectamente capaces de resolver este escenario de uso. Eso sí, es importante que nos cercioremos de que elegimos un microprocesador que incorpore lógica gráfica porque no todos la integran.