La megaguía para construirte un PC desde cero en 2020: la placa base

La placa base da forma, literalmente, a los cimientos de nuestros ordenadores. Los usuarios que no están familiarizados con el hardware no suelen darle la importancia que merece porque se fijan más en otros componentes a priori más llamativos, como la CPU o la tarjeta gráfica. Y es comprensible que sea así, pero, en realidad, el rol de la placa base es crucial. De hecho, en gran medida de ella dependen la estabilidad y la capacidad de actualización de nuestro PC.

Los entusiastas del hardware no solo suelen prestar mucha atención a este componente, sino que a menudo también le dedican una parte importante de su presupuesto. Y tiene todo el sentido si tenemos presente que una placa base a la última y de buena calidad puede permitirnos actualizar en el futuro la mayor parte de los componentes de nuestro equipo, incluido el procesador, sin necesidad de cambiarla. Y, además, como veremos más adelante en este texto, puede tener un impacto profundo en nuestra experiencia.

Este artículo es la primera entrega de una guía extensa en la que todos los componentes y los principales periféricos de un PC tendrán su dosis de protagonismo. Nuestra intención es ayudar a los usuarios que han decidido montar un equipo a la medida a encontrar los componentes que resuelven mejor sus necesidades y encajan mejor en su presupuesto, y para lograrlo dedicaremos a la mayor parte de ellos un artículo en exclusiva. Estas son las entregas en las que estamos trabajando y el orden en el que las iremos publicando:

La placa base
El microprocesador y la refrigeración
La memoria principal
La tarjeta gráfica
El almacenamiento secundario
La caja y la fuente de alimentación
El monitor
El teclado y el ratón

El chipset: el auténtico cerebro de la placa base
Poner a punto una placa base de calidad requiere un esfuerzo importante en materia de ingeniería. De hecho, no cabe duda de que es uno de los componentes más complejos de un ordenador. En este artículo indagaremos con cierta profundidad en algunos de sus elementos, pero para ir familiarizándonos con ella nos viene bien saber que en su estructura básica destacan la placa de circuito impreso, o PCB (Printed Circuit Board), que es el sustrato no conductor de la carga eléctrica sobre el que se colocan los demás componentes; los circuitos integrados, zócalos, condensadores y los demás dispositivos eléctricos y electrónicos indispensables para que los subsistemas de la placa base lleven a cabo su función; y, por último, las pistas o buses de material conductor que se responsabilizan de transportar la información entre unos componentes y otros.

El chipset de la placa base se responsabiliza de administrar el tráfico de la información que intercambian algunos de los subsistemas de nuestro PC

Entre todos estos componentes hay uno al que merece la pena que prestemos mucha atención debido a que es el auténtico cerebro de la placa base: el chipset. Identificarlo sobre la superficie del PCB es sencillo porque suele ser el circuito integrado más grande de todos. Eso sí, en las placas base actuales si queremos verlo tendremos que retirar previamente el disipador que suele ocultarlo para ayudarle a evacuar con eficacia la energía que disipa en forma de calor. En cualquier caso, más allá de su tamaño y su complejidad, el chipset es importante debido a la función que lleva a cabo: se responsabiliza de administrar el tráfico de la información que intercambian algunos de los subsistemas de nuestro PC.

Tradicionalmente el chipset estaba constituido por dos circuitos integrados: el northbridge y el southbridge. De ahí su nombre original (chipset en inglés significa ‘conjunto de chips’). El primero y más complejo de ellos, el northbridge, se encargaba esencialmente de administrar el tráfico de datos entre la CPU, la memoria principal y el subsistema gráfico. El otro chip, el southbridge, estaba conectado al northbridge a través de un enlace de alto rendimiento y quedaba relegado a controlar la comunicación con los demás subsistemas del equipo, como las tarjetas que podíamos instalar en las ranuras de expansión, los puertos USB y SATA, el chip de audio o la controladora de red, entre otros dispositivos.