Virtual Desktop frente a Remote Desktop: esto es lo que diferencia a estas dos grandes tecnologías para conexiones remotas

El confinamiento por el coronavirus ha hecho que millones de personas hayan tenido que adaptarse a una situación nueva para muchas de ellas: el teletrabajo.

Es justo en este escenario en el que las soluciones de escritorio virtual (virtual desktop) se convierten en una alternativa muy interesante para los trabajadores, pero cuidado, esta tecnología tiene diferencias importantes con las aplicaciones de escritorio remoto (remote desktop) que son muy populares porque permiten administrar y controlar un PC a distancia. Precisamente eso es lo que queremos hacer: explicar qué hacen unas y otras.

Escritorio remoto: bendito TeamViewer
No sé si alguno habréis dicho alguna vez esa frase, pero quien suscribe lo ha hecho como usuario particular. Esta es una de las muchas aplicaciones que permiten acceder a un escritorio remoto y controlarlo como si estuviéramos delante de él (más o menos).

Con esa idea es con la que nacieron aplicaciones como la citada TeamViewer: uno instala un cliente en un ordenador y otro en el otro y listo, ambos pueden controlarse remotamente el uno al otro cuando se necesita.

Con ello nos ahorramos tener que desplazarnos hasta donde está el ordenador al que queremos conectarnos, y así podemos por ejemplo ofrecer asistencia remota a la hora de resolver problemas desde nuestro ordenador.

Los casos de uso son interminables y se centran muy especialmente en ese ámbito de la asistencia remota: si algo no le funciona a un empleado (o a una madre, como es mi caso), estas soluciones permiten "meterse" en su PC y solucionarlo incluso explicándole mientras lo que estamos haciendo, porque tomamos control de su teclado, ratón y pantalla, pero ese usuario sigue teniendo control si quiere retomarlo y puede ver todo lo que hacemos en remoto.