Lo barato no sale caro, sale trol: así es la experiencia con un smartphone de 24 euros

A medida que se han extendido y con el auge del bajo coste, en la actualidad no es nada difícil encontrar smartphones asequibles que incluso ya montan doble cámara. Pero, ¿qué ocurre si decidimos ir a por el móvil Android más económico que encontramos? Que las sorpresas empiezan ya en cuanto se enciende el teléfono.

Buscamos un móvil Android lo más barato posible y finalmente encontramos uno por tan sólo 24 euros, el cual (según aclaraba el vendedor) disponía de Android KitKat 4.4. Tras la compra y la espera (que en estos casos suele prolongarse bastante, entre 15 días y un mes), finalmente recibimos la sencillísima (y generiquísima) caja con el móvil "Vibe Shot Quad Band Phone". Y la tormenta empezó al momento.

Vibe Shot (DKStorm), especificaciones técnicas

En la ficha del terminal no se especifica el procesador ni la versión del sistema operativo. Ésta se detalla por parte del vendedor en las respuestas de los clientes que lo habían adquirido y preguntaban al respecto, pero en la ficha se incluyen unas notas a este respecto que indican lo siguiente:

Descargue sus apps favoritas a través de la Google Play Store o Market instalados.
Nota: Este teléfono inteligente está diseñado exclusivamente para funcionar con el actual sistema operativo Android/Windows instalado en él. Cualquier alteración como actualizaciones o "flashear" una nueva versión anulará la garantía.
El almacenamiento indicado indica el máximo disponible sin nada instalado. Sin embargo, el sistema operativo Android/Windows instalado y el software pre-instalado por parte del fabricante ocupará parte de este espacio. El espacio disponible en el dispositivo será entonces ligeramente menor que el indicado.
El texto en negrita no es aleatorio (ni las comillas en la tabla), porque justamente son las claves de que la experiencia con el terminal difiriese mucho de lo esperado según la página del producto, aunque descubriremos alguna otra sorpresa más. Veamos qué tal nos fue con el económico teléfono.

Bienvenidos a los 90
La sencilla caja incluye el pequeño terminal (de 4 pulgadas) en blanco, un cargador, el cable y un regalo: una estupenda funda "tipo libro" pero que no sujeta el móvil de ningún modo. Y ojo: se incluye un manual de uso que en este caso sí conviene leer si queremos evitar contratiempos a la hora de usarlo, sobre todo si tienen relación con el almacenamiento, dado que de lo primero que nos encontramos es que sólo acepta los formatos "Udisk, T-Card One o T-Card Two" para ampliar el almacenamiento, lo que en la práctica (y en la actualidad) se traduce a una micro-SD de 8 GB máximo.

Una vez con el móvil en mano lo primero es insertar nuestra tarjeta SIM, porque éste es el tamaño que tienen las dos ranuras. Para ello nos toca recurrir a un adaptador para poder encajar nuestra nano SIM, cosa que no es del todo recomendable (a veces la nano SIM no queda sujeta y el adaptador puede quedar atrapado por los pines, pudiéndolos romper).

A continuación volvemos a ajustar la batería (extraíble, lo cual es necesario para insertar la SIM) y encendemos el terminal. Y entonces es cuando nos invade la primera ola de nostalgia a la era pre-smartphone, cuando los móviles emitían un tono de encendido que en muchos casos no podías desactivar (y éste no es precisamente discreto).
En mano resulta muy, muy ligero (cualquier otro móvil nos va a parecer mucho más pesado, incluso un iPhone 7 (siendo casi igual de alto y ancho pero algo más delgado). Eso sí, los bordes en ángulo recto y los 10 centímetros de grosor lo hacen bastante incómodo, y los materiales son de muy baja calidad.

Primer contacto: pero... ¿Android, dices?
Parece una pregunta de fácil respuesta, teniendo en cuenta ese apartado que siempre encontramos en el que se indica el software y la versión de sistema operativo así como algunos datos más (kernel, IMEI, etc.). En este caso eso es bastante utópico porque no encontramos la información del sistema por ningún sitio.

La interfaz no recuerda precisamente a la que nos encontrábamos en aquella versión de Android, sino que más bien** parece la que presentaban los primeros Symbian a color** o incluso el nuevo Nokia 3310, salvo por el hecho de que tenemos un escritorio (personalizable con widgets y los iconos de las apps) y un cajón de aplicaciones.